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Rumanía venía de hacer un gran papel en el mundial y la URSS todo lo contrario. Vemos a una selección rumana con casi todas las que serían sus estrellas en 1994, la mejor generación de su historia, a excepción de Gica Hagi, que acababa de fichar por el Real Madrid y, por lo visto, no quiso dejar a su equipo, pues se jugaba el puesto. El inicio de partido vemos que Rumanía ataca con más claridad que su rival, y esa presión se convierte en un penalty y el consecuente gol de Marius Lacatus. La URSS se ve un equipo menor, a pesar de jugar en casa. La 2ª parte la balanza aún se inclina más del lado de los rumanos, con un contragolpe continuo, pero con un jugador como Dumitrescu que pierde muchos balones. Suerte que Lacatus deja en bandeja un centro alto a Lupescu para que este fusile a la red. Con el 0-2 los rumanos se confían y Mikhailichenko aprovecha una cantada de Bogdan Stelea. La URSS aún pudo empatar en una falta de Dobrovolsky, pero no habría sido justo. Rumanía asomaba sus dientes, sin Popescu ni Hagi, los que marcarían una época con la casaca amarilla.